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jueves, 15 de octubre de 2015

el hombre transformado en tigre

 desde una pequeña  aldea de GoeJeong en Busan donde se escuchan cuentos relacionados con un misterioso tigre que frecuenta sus tierras desde tiempos inmemoriales. Dice la leyenda que allí vivía un hombre llamado Kim Sondal, valeroso artesano muy diestro con la espada que en uno de sus viajes por la comarca consiguió hacerse con un libro de hechizos que cambiaría su vida de forma radical.

Descubrió en él un hechizo que le permitía convertirse en tigre, y de esa guisa cada noche se alejaba de su esposa y se internaba en el bosque asustando a los perros de las aldeas. Era tan grande su pasión por ese libro de hechizos que no había ni una sola noche en la que no saliese transformado en tigre para recorrer las montañas tras recitar las mágicas palabras. Sin embargo no era lo mismo lo que sentía su esposa que noche tras noche crecía su preocupación por la enfermiza pasión de su marido.

Una noche justo en el instante en que Kim Sondal se hubo transformado en tigre su esposa observó el lugar donde depositaba el extraño libro y aprovechando su ausencia, lanzó el libro al fuego convirtiendo en cenizas el conjuro que necesitaba su esposo para volver a ser humano, razón por la que jamás volvió a ser hombre.

Kim Sondal acechó la aldea semanas tratando de alimentarse de ganado y buscando una solución a su problema, desgraciadamente las llamas acabaron con su única esperanza. Era tal su hambre que acabó matando a sus mejores amigos y comiéndoselos muy a su pesar. Los habitantes de las aldeas vecinas se propusieron poner fin a aquella situación y tendieron decenas de trampas al molesto tigre, trampas que resultaron inutiles pues aquel tigre era más que un animal.

Viendo que su instinto era incontrolable y que la vida de su esposa podía acabar peligrando el tigre de pronto desapareció. Muchos dicen que finalmente cayó en alguna de las trampas ideadas por los campesinos, otros dicen que tan sólo murió de inhanición en el bosque pero muy pocos sabían que aquel tigre, antes hombre, seguía con vida en las montañas alejado de lo que antes fue su hogar, alejado de algo mucho más preciado que nunca supo apreciar.

Cuentan que muchas noches baja de las montañas para caminar por los restos de aquella olvidada aldea y que sus ojos humanos no pueden evitar llorar.


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